Contribution of the Communist Party of the Peoples of Spain [Sp.]

Estimados camaradas:

El proyecto estratégico de la U.E. “Europa 2020” establece que, a partir de enero de 2011, los proyectos de presupuestos nacionales y los programas de reforma de cada país se analizarán y validarán por la Unión sobre la base del cumplimiento de los objetivos marcados por ésta para salir de la crisis, que son:

- Saneamiento de las finanzas públicas.
- Correcto funcionamiento del sistema financiero.

Con esta declaración queda claro que, una vez marcada la estrategia por la oligarquía europea para salir de la crisis haciendo pagar las consecuencias de ésta a la clase trabajadora y a los sectores populares, no habrá derecho ni legislación que detenga o se convierta en obstáculo para la consecución de ese objetivo sobre el que planifican, tras un traumático proceso de destrucción de fuerzas productivas y de concentración de capital, iniciar un nuevo proceso de acumulación de capital.

El llamado Pacto Euro Plus aprobado en la Cumbre del Consejo del 24 de Marzo es una clara muestra de esto y vuelve a situar en el centro de la diana “reformadora” de la oligarquía absolutamente todos los derechos laborales, sociales y civiles alcanzados por la clase trabajadora tras muchas décadas de lucha

Esta es su estrategia y, como demuestra la agresión militar de la OTAN en Libia, para llevarla a cabo no sólo es que no lo descarten, sino que tienen muy presente el recurso a la violencia, incluida la guerra. Ya lo advirtió Durao Barroso en el verano del 2010 cuando amenazó a los pueblos de Europa con dictaduras militares si con su lucha imposibilitaban el desarrollo y cumplimiento de los planes de ajuste.

Dicho con claridad, nuestro enemigo de clase está haciendo sus deberes con rapidez y máxima audacia y la clase obrera, en general y en ausencia de una política comunista europea que marque la línea de actuación para la mayoría social, se mantiene a la espera aceptando paciente el mal menor.

En esta situación de crisis estructural del capitalismo es cuando las organizaciones de vanguardia debemos, con la misma audacia que nuestro enemigo de clase, dar los pasos necesarios para definir una estrategia que trace el marco de intervención política y de organización de la clase obrera, la juventud y los sectores populares.

Esta estrategia, sin olvidarnos en ningún momento de la necesidad de ir construyendo un polo de coordinación comunista internacional, pasa inequívocamente por que hoy, entre los partidos comunistas y obreros de los países que formamos parte de la UE, se den pasos concretos de articulación de una coordinación comunista que, a través de un análisis y un programa común, vaya abriendo horizontes de lucha a nuestra clase, permitiéndole cambiar, de una vez por todas, la subjetividad de derrota en la que está instalada por una de victoria y de confianza en sus fuerzas, basada en la certeza de que el cambio revolucionario dirigido a la sociedad socialista es posible.

Esta propuesta supondría un giro histórico necesario en el movimiento comunista europeo, que cuenta con la dificultad de tener que pasar por encima de una historia reciente demasiado acostumbrada a situar el objetivo de la crisis revolucionaria como algo muy alejado en el tiempo y más propio de otros países y que, como consecuencia de ello, lo ha tenido apartado del programa político cotidiano con el que nos hemos dirigido a nuestra clase durante todos estos años. Fruto de esta renuncia a ofrecer a los trabajadores y trabajadoras la posibilidad de luchar en lo concreto por el Socialismo y el Comunismo, como algo real y posible desde lo que confrontar con la dictadura de clase que se oculta tras el estado burgués y sus leyes, hoy nos encontramos con que tenemos que quebrar, en el seno de nuestra propia clase, la hegemonía de las falsas ilusiones reformistas acerca de que es posible encontrar solución a nuestros problemas profundizando en el carácter democrático y social del sistema capitalista.

El PCPE propone a los participantes en este encuentro dar pasos concretos en este sentido. Queremos plantearles que hoy podemos, los partidos aquí reunidos, comenzar a trabajar en un documento que caracterice claramente el carácter imperialista de la Unión Europea y sus estructuras, que señale los elementos fundamentales que hacen que la Unión Europea, desde su mismo origen y por su propia naturaleza, es una herramienta del gran capital y los monopolios contra los trabajadores y los pueblos y que, finalmente, proponga un programa mínimo común de lucha de los partidos comunistas y obreros de los países miembros de la UE. La experiencia adquirida en la elaboración del documento conjunto que 21 partidos firmamos de cara a las elecciones europeas de 2009 puede servirá sin duda como base.

Aquí se encuentra, en nuestra opinión, el núcleo central de la batalla de ideas en la que debemos instalarnos las organizaciones comunistas, tanto con nuestra intervención directa ante la clase trabajadora, como en nuestro trabajo en los distintos frentes de masas y, muy especialmente, en las organizaciones sindicales. La lucha contra las falsas ilusiones del reformismo, caballo de batalla del socialismo científico desde sus orígenes, hoy está más vigente que nunca.

El travestismo del PIE y de sus miembros llega al extremo de colocar, sin ningún tipo de rubor, como acuerdo central de su 3º Congreso realizado en Diciembre de 2010 “la creación (en la UE) de un fondo social para el desarrollo social”. La santa alianza en la gestión de la crisis capitalista que existe entre el la izquierda reformista del PIE, la Confederación Europea de Sindicatos y los partidos del Partido Socialista Europeo, tiene como objetivo alejar la clase trabajadora de la conciencia de dónde están sus problemas y hacia dónde debe encaminar su lucha. Hoy, como afirmó Lassalle, podemos decir con claridad, si nos referimos a quienes gestionan el capitalismo en nombre de la clase obrera, que "no es mi enemigo quien mayor castigo merece, sino quien, llamándose mi representante, y teniendo por misión defender mis derechos, los vende y los traiciona”.

Camaradas, aquí está la decisión a adoptar por cada uno de los partidos comunistas y obreros europeos:

- Empujar de forma decidida hacia la articulación de un polo de coordinación comunista que se convierta en una referencia de oposición radical de las políticas desarrolladas por la UE y de denuncia del carácter oligárquico e imperialista de la misma, o

- Mantenerse en la permanente indefinición hacia la izquierda reformista abriendo vías de posible legitimación de sus políticas colaboracionistas entre las organizaciones comunistas.




Haciendo un paralelismo histórico algo atrevido, por una parte hoy en Europa nos encontramos partidos como los que conforman el Socialista Europeo y la Izquierda Europea que son la 2ª Internacional y, por otra, partidos que, con nuestro programa por el Socialismo y nuestra decidida intervención contra las políticas de la oligarquía europea, queremos levantar la 3ª. Ese, igual ahora que lo fue con la crisis provocada por la Guerra del 14 y el apoyo socialdemócrata a las respectivas burguesías nacionales, es el único espacio que hay. La Internacional de Viena o la 2 y media fracasó y acabó integrada en la 2ª. Quien hoy, por razones diversas, no empuje y apoye la coordinación comunista en los países de la UE, acabará integrándose ideológica y orgánicamente en la muy colaboracionista y traidora Internacional de los socialistas europeos y el PIE.

Ahora es el momento de recuperar el prestigio de la militancia comunista y la propuesta comunista entre la clase obrera. Con un discurso meridianamente claro en el que ofrezcamos a los trabajadores y trabajadoras el Socialismo como la solución de sus problemas y en el que no tenga espacio ninguna propuesta reformista basada en el engaño del interclasismo del estado nacional burgués o de la UE.

El PCPE, desde la modestia de nuestra realidad organizativa, pero desde la fuerza de una militancia volcada en la lucha de clases e identificada, cada día más, como comunista por los sectores más conscientes de la clase obrera, hace este llamamiento urgente a todos los partidos presentes en la reunión, para que, sin más dilación, pongamos en marcha la respuesta global a la agresión oligárquica que esperan de nosotros y nosotras los trabajadores y trabajadoras de Europa.